7.14.2010

El caballo, conserva sus bríos

Foto: Tomada de Cubadebate
¡El caballo! Así le llamó el pueblo de Cuba a Fidel Castro, por la hombrada a la que guió a su guerrilla de barbudos que entraron triunfantes a La Habana en enero de 1959 y debido a la cascada de medidas revolucionarias adoptadas a inicios de los años sesenta del siglo pasado.
También por su andar a trote y grandes zancadas de alazán inquieto e indomable.
Así le denomino aún, además, por su fortaleza física y mental y probidad a quien se debe: a los cubanos y las causas justas de la humanidad.
Su recuperación ha resultado más que evidente, es el mejor regalo, su deuda a la nación y a los revolucionarios de todo el mundo en estos tiempos difíciles, donde la humanidad está a las puertas de una guerra termonuclear y el imperialismo se retuerce porque ha sido víctima, de sus propios pecados: ansias de dominación y hegemonismo mundial, el despilfarro y el menosprecio hacia la especie humana.
Así lo prueba también, el previsor llamado a los economistas del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial, de Cuba, para que realicen con celeridad y objetividad debida, un ensayo teórico, acerca de las medidas que debieran adoptar los países de Nuestra América, en un escenario extremo, pero posible, como el denunciado por el propio Fidel, debido al actuar irresponsable de la administración de Barack Obama.
La publicación en días pasados recientes, de imágenes fijas y de vídeo de un absolutamente recuperado Fidel Castro, resulta igualmente un bálsamo enriquecedor, para quienes insisten y no claudican en principios e ideas.
También para los que aseguramos que otro mundo mejor no solo es posible, sino necesario e impostergable, para que la especie humana siga habitando el planeta tierra.
Su mirada continúa siendo aguda y escudriñadora, su dedo firme: orienta y acusa, su voz la misma: más clara y comprensible mientras mayor tiempo dura su hablar, su cabellera, ahora de un plateado intenso, la conserva con orgullo y al descuido, como en la Sierra Maestra.
Con atuendo deportivo o con camisas a cuadro y en vísperas de su primera gran acción revolucionaria comandada, el 26 de julio y de su 84 cumpleaños, Fidel, el caballo, conserva sus bríos. Apuéstele, es un ganador!

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