4.17.2010

Nota a Chef Smith


Amigo:
Realizaba una rápida búsqueda por Internet, acerca de una persona de tu mismo primer apellido y conocí que tomaste la decisión o la tomaron por ti, que es lo más probable, de tu partida muy recientemente. Me conmoví!
Al parecer, ese día hubo un hueco mediático y la noticia, apenas se reflejó en los medios de prensa.
Tu acción, ocurrió en medio de un nuevo y ruidoso golpeteo de las hojas de los sables, con quienes tu conoces y por los motivos de ¨incompatibilidad de caracteres¨, como dijiste un día.
No obstante, fue un insólito desliz editorial contigo, que eres uno de los notables reconocidos con la Distinción Por la Cultura Nacional y la Orden Nacional Nicolás Guillén, el Chef del Milenio y Presidente Vitalicio de la Federación de Asociaciones Culinaria de la República de Cuba.
Fue lamentable tal olvido, además, porque estuviste altamente comprometido con la Revolución Cubana y sus líderes históricos.
Sin embargo, el gremio al cual perteneces profesionalmente, no bajo el perfil de tu partida; la excelsa Asociación Mundial de Sociedades de Chefs, te dedicó unas líneas en su sitio digital, lo ví.
Tranquilo, son los agridulces de la vida que conociste muy bien en tus inicios, por negro y cocinero.
Amigo, supongo que cuando leas esta nota, te pondrás más triste, porque eres el primer latino y hombre de raza negra, en ocupar butaca en la selecta Federación Culinaria de Francia y el más destacado promotor en el mundo, de la riqueza de la cocina cubana.
Una gente, que dedicaste al trabajo, catorce lustros, de tus noventa años de edad. 70 años!
Mis colegas soslayaron también, que llenaste la barriga en nuestro país y otras naciones y viste chuparse circunspectamente los dedos, por tus lances culinarios, a los mismísimos, Fidel Castro, Leonid Brezhnev, Francois Miterrand, Jacques Chirac, Hirohito y Akihito, al capo Meyer Lanski, con sus respectivas familias y acólitos.
También a Nat King Cole, Alicia Alonso, Geraldine Chaplin, Antonio Gades, Armando Manzanero, Joan Manuel Serrat y a infinidad de personajes, de la alta política, los negocios, las ciencias y el deporte.
Gilberto, parece que tampoco valieron de nada, para publicar el inicio de tu viaje, hacia no se que lugar, los varios títulos Honoris Causa, que te otorgaron universidades europeas y latinas, y la medallas de Oro dispuesta para tu pecho, por el Emperador Hiroito, de Japón.
Me esta siendo difícil, asimilar la realidad, que te volveré a encontrar, en fecha y lugar no predecibles.
No se si a ese reencuentro, podré llevarte algún marisco, para que vuelvas a hacer de las tuyas. Ojalá, pueda meter a escondida en el equipaje, unas langostas!
En el lugar donde estés, cualquiera que sea, recibe la ratificación de mi más alto aprecio y gratitud, por haberme permitido alguna vez, estrechar tu mano en agradecimiento por concederme alguna entrevista o por la feliz coincidencia en algún sitio.
Tu partida, me hace guardar la licencia que me diste para acceder, en tu nombre y obviamante, pagando, a los principales restaurantes de alta cocina, del país, cuando la entrada estuviera saturada, por capacidad.
Pronunciar tu apellido en esos lugares, siempre fue un salvoconducto y motivo de atenciones deferentes, solo merecidas por quien me acompañaba en esos momentos, de excepción.
Rey Smith, un abrazote, varón


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Solamente para expresarle mi agradecimiento por sus getiles palabras dedicadas a mi padre.

Cordialmente,

Vladimir Alexander Smith

Anónimo dijo...

Solamente para expresarle mi agradecimiento por sus gentiles palabras dedicadas a mi padre.

Cordialmente,

Vladimir Alexander Smith

Anónimo dijo...

Muchas gracias por sus comentarios. Gilberto Smith era un genio que nunca olvidaremos, un saludo de su colega Jorge Smith