4.07.2009

Obama ante el conjuro de Bahía de Cochinos

La señora Shirley Ana Dunham tenía todavía en sus entrañas la simiente del keniano Barack Hussein Obama, cuyo fruto vería la luz en Honolulu, Hawai, unos cien días después del demoledor y decisivo triunfo de los milicianos y milicianas cubanas en Bahía de Cochinos, ante la agresión mercenaria apoyada y financiada por Washington.
A Barack Hussein Obama Jr, quién entonces daba sus primeras pataditas dentro del saco amniótico de su mamá, le ha tocado por sortilegios de la vida, encabezar una reunión que por la fecha convocada, los días 17, 18 y 19 de abril, hará añicos el aforismo ¨…en alta política no hay nada improvisado ¨
En la ocasión, quiéralo o no, el actual Presidente de los Estados Unidos podrá ver colgada como un conjuro en las paredes del recinto escogido para su magna cita, la célebre fotografía de Sergio Canales Selpa, que inmortalizó al Comandante Fidel Castro Ruz a bordo de un blindado ruso modelo T – 34.
En esa imagen el líder cubano se observa presto a repetir muchos disparos, si la flota naval norteamericana en el horizonte se ponía bajo el alcance del cañón de su tanque mojado en las esteras por las aguas de esa otrora casi inhóspita bahía.
Obama no podrá escaparse de esa memoria porque a la denominada Cumbre de las Américas asistirán personas que hoy lideran a sus pueblos, debido a la existencia antes de su nacimiento al otro lado del mundo, de un Playa Girón.
También porque la América Latina de 2009 no es aquella de los gobiernos de hace tres lustros. Evo, Lula, Daniel, Zelaya, Lugo, Cristina, Álvaro y los mandatarios caribeños, forman una batería capaz de repeler con fortaleza cualquier justificación relacionada con la continuidad del bloqueo a la ínsula o que atente contra la autodeterminación del pueblo cubano.
Ellos apoyarían el siempre corajudo picheo del zurdo de Barinas, también excelente bateador, Hugo Rafael.
Cuba es la llave del continente, y no solo geográficamente, insistir en desconocer tal realidad es miopía de la cual no han padecido los estrategas con oficinas en Washington, por algo nuestro país les quita el sueño desde fines del siglo antepasado.
Por tanto, resulta absurdo continuar este tipo de convocatoria política continental excluyendo a La Habana casi finalizando la primera década del siglo XXI, más cuando hasta el tristemente célebre George W. Bush pasó a formar parte del estercolero de la historia.
Entiendo que tan deliberada omisión no es consecuencia directa del actual gobernante de la Casa Blanca, una persona de aparente proyección lógica y sensible, que dejó de gatear en el apogeo de la época de los discos de acetato, y vive la antevíspera de que los teléfonos móviles sustituyan a Internet.
Es una vergüenza que la gran nación que ahora encabeza, continúe tratando de asfixiar a un pueblo, que también es víctima de la actual crísis económica, financiera, alimentaria y medioambiental mundial.
A mi juicio le corresponde adoptar la valentía de lo más avanzado de su generación y de sus raíces sufridas y de acuerdo al pragmatismo de la aureola que conserva en su aún joven gobierno, comenzar a desmontar de una vez y por todas, el criminal e inhumano bloqueo económico, comercial y financiero a Cuba que ya dura medio siglo.
Resultan los pasos necesarios y reclamados desde hace dos lustros en Naciones Unidas por la inmensa mayoría de los países del mundo y casi el 70 por ciento de los ciudadanos estadounidenses.
Esto último fue asegurado hace pocas horas en La Habana por la Senadora (D) Bárbara Lee, actual presidenta del Caucus Negro del Congreso de los Estados Unidos.
Obama aterrizará en Puerto España llevando en su computadora personal, lista para imprimir, una declaración final de un centenar de párrafos con inaceptables ideas para la mayoría de los que estarán presentes, lo reveló el pasado 4 de abril el líder Fidel Castro.
La isla de Trinidad y Tobago está en el corazón del Caribe, una región donde con rapidez se forman escalofriantes huracanes.
Precisamente, en los mares cercanos a Puerto España, el tercer fin de semana del actual mes, habrá mucho calor y podría formarse algún gran meteoro que ponga a volar el texto filtrado y hacer difícil el despegue dominical o anticipado del Air Force One.
Entre las condiciones que deberán darse para que el pronóstico meteorológico se quede en vaticinio para Trinidad y Tobago los días del aniversario 48 de Bahía de Cochinos, deberá estar que Estados Unidos, es decir Obama, llegue a ese terruño sin arrogancias ni prepotencias.
Intentar imponer, exigir o dilatar las obvias medidas para poner fin del bloqueo a Cuba y la continuidad de su exclusión del sistema americano de naciones –no hablo de la Organización de Estados Americanos- solo contribuirá a que el huracán supere la fuerza 5 en la escala de Richter y afecte muy sensiblemente las frágiles cosechas norteamericanas de buenas relaciones con Latinoamérica y el Caribe.
Obama deberá demostrar en ese encuentro todo su pragmatismo y real valentía política, si es que los posee.
Pero parece imposible tan noble aspiración: ¨ El presidente estadounidense Barack Obama se dispone a aliviar las restricciones que afectan a los viajes y las remesas de cubanoestadounidenses hacia Cuba, declaró este lunes su asesor especial para la Cumbre de las Américas, Jeffrey Davidow ¨, lo leí en un despacho de la AFP al caer la tarde del lunes pasado reciente.
Definitivamente, tampoco se librará del conjuro de Bahía de Cochinos.

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