
Hacer comparaciones históricas de este resultado no es objetivo, la pelota de la primera mitad del siglo pasado era una, y la actual es otra, incluso cualquiera de los equipos nacionales que pudiéramos seleccionar hoy serían superiores aquellos, debemos ser dialéctico en ese sentido.
Soy del criterio de que ningún entendido en la materia, cubano o extranjero, se aventura en desconocer el innegable desarrollo alcanzado por el béisbol en Cuba a partir de 1959 cuando el deporte todo, pasó a ser un verdadero derecho del pueblo.
En San Diego resultó más que evidente que lo ocurrido con la pelota en Beijing no nos sirvió de experiencia, entre el pasado verano y la recién llegada primavera no se actuó sabiamente, como humanos, volvimos a tropezar con las mismas piedras.
El resultado en la reciente gran competencia es otra constructiva lección para aficionados, fanáticos, peloteros y personas con niveles de decisiones en nuestro principal pasatiempo nacional, el béisbol.
La pelota sigue siendo semánticamante un juego accionar de manera alegre e inteligente, para que el oponente no llegue por ninguna vía a las bases y luego al home, es el superobjetivo de cualquier convocatoria a esa expansión emocional llamada béisbol.
Hacer posible que los ejecutantes se sentían realmente cómodos y no como croquetas de cumpleaños entre dos mitades de pan y hagan sufrir a sus admiradores y admiradoras que les entregan cualquier parte de su tiempo para divertirse relajadamente, debe ser prioridad en la dirección de cualquier equipo de béisbol.
Las causas de la gran brecha evidenciada entre la pelota cubana y la asiática obligatoriamente deberán analizarse ahora con mayor sabiduría, buscando acciones más consecuentes y definitorias para llevar a cero o inclinar a favor el espacio que nos separa de los japoneses y sudcoreanos, nuestros flemáticos, sonrientes y disciplinados verdugos en las más recientes e importantes competiciones internacionales.
Cuba llevó al II Clásico el mejor que se pudo seleccionar de manera justa, es verdad, pero… ¿fue el que técnico - tácticamente debimos llevar de acuerdo a las características de las selecciones a los cuales vaticinábamos enfrentarnos ineludiblemente?
Corresponde a los expertos locales hacer con celeridad, pero científicamente las sumatorias y sustracciones definitivas.
A la manera de las enseñanzas y orientaciones sugeridas por el compañero Fidel en sus reflexiones del pasado día 9 y de este viernes, esta también pretende ser una crítica justa y constructiva, no debemos buscar en otros los culpables.
Empinémonos, el bosque no solo es de leños.
Hacer posible que los ejecutantes se sentían realmente cómodos y no como croquetas de cumpleaños entre dos mitades de pan y hagan sufrir a sus admiradores y admiradoras que les entregan cualquier parte de su tiempo para divertirse relajadamente, debe ser prioridad en la dirección de cualquier equipo de béisbol.
Las causas de la gran brecha evidenciada entre la pelota cubana y la asiática obligatoriamente deberán analizarse ahora con mayor sabiduría, buscando acciones más consecuentes y definitorias para llevar a cero o inclinar a favor el espacio que nos separa de los japoneses y sudcoreanos, nuestros flemáticos, sonrientes y disciplinados verdugos en las más recientes e importantes competiciones internacionales.
Cuba llevó al II Clásico el mejor que se pudo seleccionar de manera justa, es verdad, pero… ¿fue el que técnico - tácticamente debimos llevar de acuerdo a las características de las selecciones a los cuales vaticinábamos enfrentarnos ineludiblemente?
Corresponde a los expertos locales hacer con celeridad, pero científicamente las sumatorias y sustracciones definitivas.
A la manera de las enseñanzas y orientaciones sugeridas por el compañero Fidel en sus reflexiones del pasado día 9 y de este viernes, esta también pretende ser una crítica justa y constructiva, no debemos buscar en otros los culpables.
Empinémonos, el bosque no solo es de leños.
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