Por: Benito Joaquín Milanés
benitojm.blogspot.com
Foto: Tomada de Cubavisión
Pese a ser dañada por debajo de su línea de flotación por mafiosos y piratas radicados en Estados Unidos y en Europa, la nave insignia del deporte cubano no se escoró, tampoco ha perdido el viento de popa.
Un grupo de muchachos casi anónimos se encuentran en los umbrales del olimpo, a donde pocos le vaticinaron llegar.
Todos demuestran que ese deporte en Cuba, no depende de los resultados de unos pocos hombre, sino del trabajo de una pléyade de personal técnico que forja una materia prima que tiene condiciones para un cultivo excepcional en esta parte del Caribe.
¨ Jamaica da velocistas a granel, en Cuba tras cada pestañazo sale un buen pelotero o boxeador ¨, me dijo el bodeguero Pepe.
Un derechazo marca ¨ Stevenson ¨ han recibido en la mandíbula los escépticos.
Cualquiera que sea el botín que gane nuestra armada de boxeadores, ellos habrán cumplido en Beijing. Han demostrando la validez y sabiduría de la bien denominada escuela cubana de pugilismo.
Las traiciones y debilidades han sido aplastadas nuevamente por puñetazos de gloria que harán más emotivas las notas del himno nacional cubano, en el Gimnasio de los Trabajadores de Beijing.
benitojm.blogspot.com
Foto: Tomada de Cubavisión
Pese a ser dañada por debajo de su línea de flotación por mafiosos y piratas radicados en Estados Unidos y en Europa, la nave insignia del deporte cubano no se escoró, tampoco ha perdido el viento de popa.
Un grupo de muchachos casi anónimos se encuentran en los umbrales del olimpo, a donde pocos le vaticinaron llegar.
Todos demuestran que ese deporte en Cuba, no depende de los resultados de unos pocos hombre, sino del trabajo de una pléyade de personal técnico que forja una materia prima que tiene condiciones para un cultivo excepcional en esta parte del Caribe.
¨ Jamaica da velocistas a granel, en Cuba tras cada pestañazo sale un buen pelotero o boxeador ¨, me dijo el bodeguero Pepe.
Un derechazo marca ¨ Stevenson ¨ han recibido en la mandíbula los escépticos.
Cualquiera que sea el botín que gane nuestra armada de boxeadores, ellos habrán cumplido en Beijing. Han demostrando la validez y sabiduría de la bien denominada escuela cubana de pugilismo.
Las traiciones y debilidades han sido aplastadas nuevamente por puñetazos de gloria que harán más emotivas las notas del himno nacional cubano, en el Gimnasio de los Trabajadores de Beijing.
El ánfora de las medallas cubanas, no está perdida, en la capital china se volverá a sacar de ella la mayor cantidad de premios de deporte alguno.
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario