
Por: Benito Joaquín Milanés
Los Peregrinos de Vermont, un equipo de béisbol cuyas edades oscilan entre los 11 y 12 años, y que pertenecen a las Pequeñas Ligas de Nueva Inglaterra, Estados Unidos, llegará próximamente a La Habana para jugar pelota con niños de la isla, aseguraron medios norteamericanos.
Serán catorce los bisoños que permanecerán en Cuba durante nueve días, y se alojarán en una instalación nada pro-comunista: el convento y la escuela de las Hermanas Salecianas en el pobladito de Peñalver, ubicado en la periferia Este de la capital cubana.
La noticia causó arrebato en el tristemente célebre congresista mafioso Lincoln Diaz-Balart, nacido accidentalmente en Cuba, pero gringo malo desde sus patas hasta el último y decadente pelo nacido en su americano cuero cabelludo.
El asunto es que la estancia de los niños peloteros ¨ contradice la política de Estados Unidos, que durante décadas ha tratado de aislar y debilitar al gobierno cubano¨, blasfemó Lincoln’Sam en el mismísimo The Washington Post.
En una columna de ese órgano de prensa, llegó a criticar al presidente George W. Bush por ¨ el gesto diplomático ¨ de autorizar el viaje excepcional a Cuba de los infantes. ¡Clase de tipo!
Pero no todo fue coser y cantar para los chiquillos de Vermont y New Hampshire. El escritor ecologista Tim Levin, líder del viaje, tuvo que esperar casi dos años y hacer cuatro intentos para conseguir la licencia necesaria del Departamento del Tesoro.
¨ Primero la solicitud fue rechazada porque no tenía itinerario. Luego se nos dijo que se había formulado con demasiada antelación. La siguiente excusa fue porque el equipo también ofrecía en suelo cubano clínicas de béisbol y construiría gradas ¨; finalmente, la solicitud se hizo bajo la categoría de ¨ competencia atlética amateur ¨, reveló Levin.
La nueva perreta de Lincoln’Sam fue comentada también por el diario Rutland Herald de Vermont, que dijo en líneas editoriales: ¨ …un congresista de la Florida ha lanzado una guerra contra el béisbol. La próxima pudiera ser contra el pastel de manzana ¨ .
Por su parte, el congresista Patrick Leahy, de Vermont, dijo de Diaz-Balart: ¨…debería de meterse con uno de su tamaño ¨.
Lincoln’Sam no tiene suerte, los niños y las islas pequeñas le dan perretas.
Serán catorce los bisoños que permanecerán en Cuba durante nueve días, y se alojarán en una instalación nada pro-comunista: el convento y la escuela de las Hermanas Salecianas en el pobladito de Peñalver, ubicado en la periferia Este de la capital cubana.
La noticia causó arrebato en el tristemente célebre congresista mafioso Lincoln Diaz-Balart, nacido accidentalmente en Cuba, pero gringo malo desde sus patas hasta el último y decadente pelo nacido en su americano cuero cabelludo.
El asunto es que la estancia de los niños peloteros ¨ contradice la política de Estados Unidos, que durante décadas ha tratado de aislar y debilitar al gobierno cubano¨, blasfemó Lincoln’Sam en el mismísimo The Washington Post.
En una columna de ese órgano de prensa, llegó a criticar al presidente George W. Bush por ¨ el gesto diplomático ¨ de autorizar el viaje excepcional a Cuba de los infantes. ¡Clase de tipo!
Pero no todo fue coser y cantar para los chiquillos de Vermont y New Hampshire. El escritor ecologista Tim Levin, líder del viaje, tuvo que esperar casi dos años y hacer cuatro intentos para conseguir la licencia necesaria del Departamento del Tesoro.
¨ Primero la solicitud fue rechazada porque no tenía itinerario. Luego se nos dijo que se había formulado con demasiada antelación. La siguiente excusa fue porque el equipo también ofrecía en suelo cubano clínicas de béisbol y construiría gradas ¨; finalmente, la solicitud se hizo bajo la categoría de ¨ competencia atlética amateur ¨, reveló Levin.
La nueva perreta de Lincoln’Sam fue comentada también por el diario Rutland Herald de Vermont, que dijo en líneas editoriales: ¨ …un congresista de la Florida ha lanzado una guerra contra el béisbol. La próxima pudiera ser contra el pastel de manzana ¨ .
Por su parte, el congresista Patrick Leahy, de Vermont, dijo de Diaz-Balart: ¨…debería de meterse con uno de su tamaño ¨.
Lincoln’Sam no tiene suerte, los niños y las islas pequeñas le dan perretas.
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